En un entorno laboral cada vez más dinámico y competitivo, la capacitación se ha convertido en una herramienta fundamental para el crecimiento de las organizaciones. Dos conceptos clave en este ámbito son la capacitación horizontal (onboarding) y la capacitación vertical (upskilling). En este artículo, explicaremos la importancia de ambos tipos de capacitación y cómo pueden contribuir al éxito de las empresas.
Capacitación horizontal (onboarding): los primeros pasos
La capacitación horizontal, conocida como onboarding, se refiere al proceso de integración de nuevos empleados en la organización. Va más allá de la simple presentación del puesto y la empresa; busca facilitar la adaptación del nuevo colaborador a la cultura organizacional, sus equipos de trabajo y sus responsabilidades.
¿Por qué es importante la capacitación horizontal?
Primeramente porque establece la plataforma de información mínima necesaria para que todos los colaboradores deben conocer al pertenecer a la organización. Aquí no importa el puesto a desempeñar ya que la capacitación gira en torno a la información general de la organización, sus valores, cultura, lenguaje, simbología y otros aspectos necesarios para comunicar y entender el entorno. La buena capacitación horizontal reduce el tiempo de adaptación, eleva el sentido de pertenencia y el compromiso del personal desde el primer día y retiene al talento humano.
Capacitación vertical (Upskilling): creciendo juntos
La capacitación vertical, o upskilling, se enfoca en el desarrollo de las habilidades y conocimientos existentes de los empleados para que puedan asumir roles más complejos o responsabilidades mayores dentro de la organización.
¿Por qué es importante el upskilling?
La especialización (o upskilling) armoniza la idea de que “nunca expresamos nuestro máximo potencial”, por ello al concebirla como un aspecto que beneficia a los colaboradores y consecuentemente a la organización podemos referir beneficios como:
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- Promover una cultura de aprendizaje continuo; imagina que tus colaboradores ya esperan nuevos cursos de capacitación porque quieren aprender más
- Sucesión de liderazgos; preparando internamente a los mandos intermedios, gerenciales y directivos con planes donde se sientan arropados y que permiten anticipar el desarrollo de sus habilidades para que estén listos al momento de ser promovidos.
- Organizaciones adaptables; el reto de una organización a adaptarse al entorno cambiante depende -en gran medida- de contar con el personal habilitado, así que imagina las posibilidades de una empresa donde “siempre podemos habilitarnos para el fufuto”
Casos de éxito
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- VW: Si bien es cierto que esta empresa tienen innumerables retos, uno del que se habla muy bien es su plan de habilitación para que diferentes plantas asuman nuevos procesos de producción como la electrificación y para ello pusieron en marcha un ambicioso plan que pretende tener habilitados equipos de trabajo que respondan con eficiencia a los nuevos procesos de producción desde el primer día.
La importancia de combinar ambos tipos de capacitación
Para garantizar el éxito a largo plazo, las organizaciones deben combinar tanto la capacitación horizontal como la vertical. Un onboarding sólido sienta las bases para una carrera exitosa dentro de la empresa, mientras que el upskilling permite a los empleados crecer y desarrollarse a lo largo del tiempo.
Conclusión
La capacitación, tanto horizontal como vertical, es una inversión estratégica que puede generar un alto retorno. Al ofrecer a los empleados las herramientas y el conocimiento necesarios para desempeñar sus funciones de manera efectiva y crecer profesionalmente, las organizaciones pueden aumentar su productividad, mejorar la retención del talento y fomentar una cultura de aprendizaje continuo.
En un mundo laboral en constante evolución, las empresas que priorizan el desarrollo de sus empleados estarán mejor posicionadas para enfrentar los desafíos del futuro.